Roberto Sedinho, es un brasileño de ascendencia japonesa, ex jugador profesional y número 10 de la selección de Brasil.
Roberto fue diagnosticado con desprendimiento de la retina, lo que le obligó a retirarse del fútbol. Estaba muy deprimido, pero fue salvado por el padre de Oliver, quien le dijo que fuera a Japón.
En ese país, Roberto encontró un nuevo propósito en la vida al entrenar a Oliver y sus amigos.